¿Por qué nos salen manchas en la cara?, ¿tienen solución?, ¿son malignas?. Estas son las preguntas que nos acechan cuando vemos que, con el paso de tiempo, empezamos a tener manchas oscuras en la piel.
Lo primero de todo, es importante saber que no tienen porqué ser malignas ni estar directamente asociadas con un melanoma. Este color se debe habitualmente a un exceso del pigmento habitual de la piel (melanina) que puede ser causado por un aumento en el número de células que lo produce o, de forma más frecuente, a un aumento de la cantidad de pigmento en la zona.
La exposición al sol sí que es un factor que influye directamente en la aparición de las manchas, bien sea oscureciéndola de forma transitoria (pecas, lunares) o permanente (melasma), o favoreciendo su aparición en una piel previamente sin manchas (léntigos o manchas de la edad, pigmentaciones postinflamatorias). Por ello cualquier medida dirigida a combatir o prevenir la aparición de manchas en la piel ha de ir asociada a medidas de protección solar.
Tipos de tratamiento
Ya hemos dicho que la gran mayoría de estos casos no tienen porqué estar asociados a una enfermedad, por lo cual no precisarían de tratamiento clínico. Pero si bien es verdad, está demostrado que cuando vemos manchas oscuras en las manos, escote o cara de una persona, le asignamos una edad superior y una salud más precaria, que si no tuviera esas manchas. Por ello es frecuente que los pacientes acudan a los centros a eliminarlas.
Hoy en día existen tratamientos de alto nivel y seguridad para los pacientes que permiten la eliminación o minimización de las mismas. Los factores que determinan el tipo de tratamiento es el tiempo que lleve la mancha en la piel y la profundidad de la zona oscura o manchada.
Los tratamientos actuales que más beneficios reportan son:
– El láser: este tipo de técnica permite que a través de la emisión de un tipo de luz, se consiga obtener una apariencia regular y uniforme de la piel en cuanto a su color y minimizar y borrar manchas.
– Peeling químico: utilizando unos productos químicos como el ácido glicólico, el salicílico o el kójico, en su dosis adecuada, se consigue devolver a la piel, la hidratación y tersura necesaria, mejorando también su color. Actualmente, la tendencia que mejores resultados está ofreciendo es la combinación de estos productos en “cockteles combinados”.
– Peeling mecánico: este tratamiento suele ir asociado con sustancias despigmentantes que ayudan a potenciar sus resultados.
– Protección solar. Para prevenir la aparición de nuevas manchas se debe evitar el sol. Debe ser un requisito indispensable, aunque no brille el sol, ¡estamos expuestos a un 80% de rayos UV que atraviesan las nubes, la niebla e incluso el cristal!. Usando una protección solar de alto espectro estás ayudando a prevenir el cáncer de piel en un futuro. Aquí podemos encontrar desde fotoprotectores tópicos en forma de crema, más utilizados en el momento de exponernos al sol, como los fotoprotectores orales en forma de cápsulas.
Las técnicas más avanzadas en el entorno de la protección solar están orientadas a la aplicación de la mesoterapia con factores de crecimiento (sustancias proteicas segregadas por las células de nuestro organismo para la regeneración y recuperación de tejidos, como la piel) y despigmentantes que ayudan a combatir y prevenir la aparición de las manchas.
En todos estos tratamientos además de aplicar protección solar, es recomendable utilizar una crema despigmentante que mejore los resultados y ayude a evitar la aparición de nuevas manchas.
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